PATRICIA OLIVER
—Y cuando hayas olvidado las sábanas radiantes de los miércoles y los sábados,
sobre todo cuando hayas olvidado los domingos—
cuando hayas olvidado esos medios domingos en la cama,
o a mí sentada en el calentador de la sala en aquellas tardes lentas
mirando el horizonte de la larga calle
sin ver,
arropada por mi vestido liso y viejo hecho de sinexpectativas
y notengonadaquehacer y ¿porquésoyfeliz?
y ojalánollegaraellunes—
cuando hayas olvidado todo eso, insisto,
y cómo lanzabas insultos cuando tocaban el timbre,
y cómo mi corazón jugaba avioncito cuando sonaba el teléfono;
y cómo por fin fuimos a la cena dominical,
es decir, cruzamos la sala hasta la mesa manchada de tinta en la esquina sureste
para la cena dominical, que era siempre pollo con fideos
o pollo con arroz
y ensalada y pan de centeno y té
y galletas con chispas de chocolate—
insisto, cuando hayas olvidado todo eso,
cuando hayas olvidado mi presentimiento insignificante
de que la guerra acabaría antes de que vinieran a buscarte,
y cómo por fin nos desnudábamos, nos deshacíamos de la luz, flotábamos hasta la cama,
y yacíamos sin fuerza un momento en las sábanas radiantes
del fin de semana
para al final plegarnos, suavemente, sobre el otro—
cuando hayas, insisto, olvidado todo eso,
solo entonces podrás decir,
solo entonces creeré
que me has olvidado del todo.
when you have forgotten Sunday: the love story
Gwendolyn Brooks *
—And when you have forgotten the bright bedclothes on a Wednesday and a Saturday,
And most especially when you have forgotten Sunday—
When you have forgotten Sunday halves in bed,
Or me sitting on the front-room radiator in the limping afternoon
Looking off down the long street
To nowhere,
Hugged by my plain old wrapper of no-expectation
And nothing-I-have-to-do and I’m-happy-why?
And if-Monday-never-had-to-come—
When you have forgotten that, I say,
And how you swore, if somebody beeped the bell,
And how my heart played hopscotch if the telephone rang;
And how we finally went in to Sunday dinner,
That is to say, went across the front room floor to the ink-spotted table in the southwest corner
To Sunday dinner, which was always chicken and noodles
Or chicken and rice
And salad and rye bread and tea
And chocolate chip cookies—
I say, when you have forgotten that,
When you have forgotten my little presentiment
That the war would be over before they got to you;
And how we finally undressed and whipped out the light and flowed into bed,
And lay loose-limbed for a moment in the week-end
Bright bedclothes,
Then gently folded into each other—
When you have, I say, forgotten all that,
Then you may tell,
Then I may believe
You have forgotten me well.
* Gwendolyn Brooks nació el 7 de junio de 1917 en Topeka, Kansas. A los 13 años, publicó su primer poema en una revista para niños, y a los 17 ya tenía una columna semanal de poesía en el periódico Chicago Defender. Su primer libro, A Street in Bronzeville, generó interés entre la crítica de todo Estados Unidos en 1945. Brooks ganó el Pulitzer en 1950, convirtiéndose en la primera mujer negra en ganar este premio. A lo largo de su carrera ha recibido varios premios y más de 75 doctorados honoris causa de universidades de todo el mundo. Comprometida con la igualdad y la identidad racial, fue una poeta con conciencia política, dedicada activamente a llevar la poesía a todas las clases sociales. Gwendolyn Brooks falleció el 3 de diciembre de 2000 en su casa de Chicago.