Cuadriga acróstica cantada en nota K

RAÚL RENÁN

Kara, dama amiga, ten piedad,

Aquí sobre el suelo las rodillas

Reinan sin herida doliente.

Estás entre las rosas de tus brazos

Nacidas azules y verdes en sus pétalos.

Nadie florece a las rosas como tú

Allí en tu cuerpo. Es cosa de oírlo

Colorear en ramillete.

Intrusos estos versos

Fatigados llegan a tu nombre

Frágil adorno del Naciff.

K es la llave de tu magia visual –

Admirable blanco puro –

Reinante en la figura que te forma

Entera semejante a un fruto

Natural verde en su madurez.

Notas de corazón golpean

Al poema aquí

Con ritmo a la fenixia:                                                           

Inteligencia expresada

Felizmente

Fiel en tu belleza completa.

Karma reciben los versos

Adquiridos de tus ojos

Regios de salud interior

Expresada por fuera con dientes

Negados a la tristeza.

Nada de ti canta sin consuelo

Ardiente transportado por la emoción

Con carisma manifiesto

Íntimo si de cerca

Florece por su aroma alegre

Feliz de ser alma de juventud.

Karma me dé tu gracia

Adonde el suelo permite

Redimir la herida

Encontrada con la dureza

Noble sin gota viva de ardor.

Ninguna joya de pétalos verdes

Acoge la tersa blancura de tu ofrenda

Cuajada en ofertas de arte visual

Imaginación del alma al papel

Fe impuesta como un sueño real

Fin del despertar escrito

A lápiz.

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