Cybrghost
Desea a la vecina del primero. Tiene sus años, pero también experiencia. Y esos escotes y esas miradas no son imaginaciones tuyas.
Desea, si te sientes capaz, a la del segundo. Nadie podrá objetar, con sus medidas perfectas, sus ropas ajustadas y su cara de ángel pecaminoso.
Desea a la del tercero. No es una niña, pero su cuerpo se adivina firme, altivo como su actitud de leona.
Incluso, si quieres, desea a la del cuarto. Ni acercarse, es menor. Pero entiendo que su carne y su actitud fresca puedan tentarte. Por algo se escribió Lolita.
Eso sí, jamás, nunca jamás, desees a la vecina del quinto. Entre sus voluptuosidades esconde un secreto para el que no estás preparado.