SONIA ZENTENO
La Edad Media es uno de los periodos históricos más fértiles para la creación de ficciones, pues era una época donde la mente de los pobladores de los reinos medievales estaba plagada de toda suerte de criaturas fantásticas con las que pretendían convivir cotidianamente y, frente a un mundo amenazador, en el que la fragilidad de la vida era evidente y las explicaciones de los fenómenos de la naturaleza escaseaban, el medieval materializó seres fabulosos y los dotó de sorprendentes habilidades. Es este el mundo al que, desde hace varias décadas, Verónica Murguía viaja constantemente documentándose con acuciosidad en obras históricas especializadas de la mayor seriedad y sobre los más diversos temas.
Verónica Murguía recibió el pasado 9 de abril el premio Gran Angular otorgado por SM España, por su obra Loba, novela con más de quinientas páginas que se inserta en el género de la fantasía épica, un libro de caballería en el que criaturas sorprendentes conviven con los humanos. La investigación le tomó más de diez años, como ella misma cuenta en las numerosas entrevistas que le han hecho a partir de la recepción del premio.
En México, aunque la tradición creativa en el género de la épica fantástica no es muy amplia, pues pocos son los escritores que han dedicado sus esfuerzos a construir mundos en la Edad Media, sí existe un sólido público lector, tal vez más identificable entre los adolescentes, que ha seguido a autores emblemáticos como J. R. R. Tolkien. Y menciono precisamente a este autor, porque la complejidad del mundo construido por Verónica me remite de inmediato a El señor de los anillos. Aunque la historia sea totalmente diferente, la edificación de los reinos de Alosna, Moriana y Tarkán está cimentada con la misma solidez. Nada de lo descrito en los ambientes de la obra es gratuito; cada elemento está sustentado por la investigación.
La estrecha relación de los personajes con los animales es otro de los puntos de gran interés en la novela, ya que plantea la íntima relación del ser humano medieval con la naturaleza, y su fuerte dependencia de ella.
La fecundidad creativa de la escritora, sus profusos recursos literarios y la destreza en el uso del lenguaje se aúnan con un vasto conocimiento de la época, para que el lector recree con facilidad ambientes, personajes y acciones, por demás apasionantes. Verónica no se sustrae de la realidad contemporánea, porque los temas tratados en Loba son los mismos que aquejan a la humanidad actual, la esclavitud, el abuso del poder, la migración y el desarraigo y, por otra parte, los conflictos éticos que plantean la amistad y el amor, ante el sentido del deber y los deseos propios.
La protagonista de Loba es la descendiente de una estirpe de hombres mezclados con lobos. Rechazada por un padre deprimido por la muerte de su primera esposa y decepcionado por la falta de un hijo varón, a causa de una maldición, Soledad, la primogénita, con características singulares y fuera del estereotipo del héroe, asume el reto de salvar el reino de la amenaza de un dragón.
Que Loba se clasifique como una obra de literatura juvenil es una decisión un tanto arbitraria, que con seguridad se debe al género en el que se circunscribe, y más bien obedece a la necesidad de ubicarla en algún sitio, pero, sin duda, esta novela reúne todas las características para ser considerada simplemente literatura de gran calidad, pues toca los puntos neurálgicos para el ser humano de todos los tiempos.
Loba ya está siendo distribuida en las principales librerías del país para que el público mexicano pueda gozar de la inmersión en la fantasía, en la historia medieval y en la complejidad de la naturaleza humana. Para leer las primeras páginas se puede ver la siguiente liga: http://previewlibros.grupo-sm.com/6A602901-A562-43A7-BC0B-DEE2D708FD2D.html
Murguía, Verónica (2013), Loba, Madrid, Ediciones SM (Gran Angular), 512 pp.