PABLO REYES PÉREZ
¡Ayúdeme, doctor, estoy desesperado!
Estos días no los he pasado bien. Vivo días difíciles, desde hace una semana Susana no deja de llorar y no acepta al bebé. No sé qué hacer, el niño llora y quiere comer, pero ella no tolera tenerlo cerca. Los médicos dicen que es una depresión posparto. Yo a veces creo que se ha vuelto loca y me está volviendo loco a mí también.
Ahora mismo, mientras le escribo, estoy mirando al bebé en su cuna y no puedo evitar llorar, no entiendo cómo puede rechazarlo, es tan pequeñito, tan tierno, no sabe lo que pasa, está tan indefenso, ¿cómo puede abandonarlo a su suerte?
Hace dos días, en la madrugada, estuve a punto de matarla. Me irritó tanto que le gritara que dejara de llorar mientras yo le cambiaba el pañal, me encolerizó su desprecio y deposité al niño en el sillón. Me encaminé a la habitación y la abofeteé varias veces mientras sostenía su cabeza de cabellos rubios. Ella me pateaba y lanzó sus uñas a mi cara. La tomé del cuello y apreté, sólo así se calmó, aunque su mirada comenzó a cambiar y se quedó fija en la mía, como invitándome a que siguiera, a que le ayudara a no estar en ese estado.
De nuevo escuché el llanto del bebé en la sala, salí corriendo. Le metí el biberón en la boca de varias maneras y dejó de llorar. Así estuvo un rato hasta que se durmió sin terminarse el preparado. Finalmente yo también quedé botado en la sala.
Me desperté tarde, casi al medo día, me acordé del niño y de Susana, me incorporé como pude, el bebé parecía angelito, dormido y sin moverse. Fui al cuarto y ella seguía ahí con esa mirada perdida, algo exaltada en sus facciones, le hablé y no contestó. Estaba inmóvil, rígida, su rostro hacía juego con su corazón frío.
Hoy preparé biberones nuevos y recalenté los de ayer, mientras espero que Miguel despierte. Así le llamaré, Miguel, como mi abuelo.
Ya casi es de noche y no han querido despertarse, ni Miguel, ni Susana. Todo está tan calmado como nunca lo había estado. Creo que se han cansado de llorar los dos.
¡Ayúdeme, doctor, necesito una salida!