MAURO SEBASTIÁN MARTÍNEZ
Ando liquidado de amor,
complicado de angustia
rígido, aglomerado…
Mientras lo dorado es remoto,
la poesía es una forma de abstraerse.
Me veo en letras desde arriba,
me despabilo temiendo no despertar
y la muerte es el eco de quien no está.
La noche se satura de sueños
para que el día los vacíe uno a uno.
/Despertadores/
Los centinelas del reloj se lazan por las puertas,
los cristales del rocío los bautizan.
Aparece el sol como un martillo,
rompe la tiniebla en el horizonte,
desvelando mis párpados
y agrietando las horas.